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El comodín de la amenaza ajena

El comodín de la amenaza ajena es una herramienta imaginaria que suelen utilizar aquellas personas mediocres y pobres de espíritu, las cuales necesitan conseguir que alguien les preste su colaboración ante una situación concreta, y como su capacidad de convicción y empatía es absolutamente nula, fundamentalmente porque no les preocupa en absoluto tenerla, ya que sienten superioridad sobre quienes tienen que ayudarles, recurren habitualmente a esa mediocre estrategia al resultarles mucho más sencillo acudir a ella, a pesar del coste emocional y también económico que pueda tener, que ocuparse en construir relaciones trasversales en las que todos los protagonistas implicados puedan resultar beneficiados.


Para hacer a esta gente todavía más mediocre, te diré que estos comodines tienden a enseñarlos nombrando a otras personas, de ahí lo de ajena, las cuales, supuestamente, serían las encargadas de ejecutarlo llegado el momento, y que son las mismas que nunca llegan a enterarse de ello, afortunadamente para los egoístas intereses de quienes manejan estos comodines a su libre albedrío, porque de hacerlo, tal vez esta estrategia se les volvería en contra en más de una ocasión.


Seguro que alguna vez has escuchado frases como: “Tienes que hacer esto porque como se entere fulanito seguro que pasará algo…”, “Tú sabrás como lo haces, pero hazlo, porque como llegue a oídos de…”, “Esto tiene que quedarse solucionado antes de que se entere…”, etc, etc…


Todas esas frases, y muchas más que circulan por ahí, no buscan el crecimiento, el desarrollo, o algún tipo de mejora que necesita la máxima colaboración, sinergia y cooperación de quienes trabajan en una empresa y que son los que pueden solucionar alguna situación concreta, sino que su única intención es la de pasar el problema de un lado a otro de forma egoísta por parte de las personas que lo utilizan, las cuales, en lugar de buscar vías de solución y cooperación para corregir, optimizar y ser más eficaces, prefieren ponerse de perfil, no exponerse a la situación y sacarse de la manga el comodín de la amenaza ajena para que los demás les resuelvan los problemas, apelando a la conciencia de los demás con dichos como “hay que hacerlo porque es lo mejor para la empresa”, como si en algún momento a esta gente le interesase lo que es mejor para la empresa, principalmente porque a este tipo de personas lo único que les mueve es alcanzar su zanahoria, le cueste lo que le cueste a la empresa.


Si alguna vez te encuentras ante alguna de estas personas, procura no malgastar demasiada energía y haz siempre lo que creas que tienes que hacer en cada momento, porque haciéndolo seguramente también estés solucionando los problemas siempre urgentes que este tipo de personas suelen tener, y que por su escasa capacidad y menor ganas de hacerlo, ellas no serán capaces de llevar a cabo, más allá de cualquier amenaza ajena que te puedan plantear. Eso sí, llegada la ocasión no estaría demás decirles que, de acuerdo, que lo pongan encima de la mesa, porque te aseguro que nunca lo harán ya que en el caso hipotético de que lo hiciesen serían ellas las que se estarían echando un órdago a sí mismas.


La mediocridad tiene infinitas formas de manifestarse, y el comodín de la amenaza ajena es un claro ejemplo de que hay personas que viven a sus anchas dentro de esa cutre nebulosa, por eso distanciarnos al máximo, y tener el contacto estrictamente necesario con ellas, es una decisión excelente.



José Lorenzo Moreno López


©jlml2021





Imagen: unsplash

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