Ojalá y siempre tengamos algo que hacer
Si me dices que tienes un alto estado de desanimo por todas las cosas que tienes que hacer, no me lo podré creer. Así de claro te lo digo, porque si existe alguna razón para sentirse motivado es precisamente esa, el tener desafíos y objetivos a los que enfrentarse.
Seguro que tendrás que esforzarte, nadie dijo que todas las cosas fuesen fáciles, aunque si lo piensas bien, ese mismo esfuerzo es el que se transformará en valor una vez que lo hayas invertido. De hecho, pensar en ese valor, es el argumento ideal que necesitas para ponerte en marcha. ¡¡Vamos, anímate!!
Si en alguna ocasión alguien te ha dicho que en la vida hay que hacer el mínimo esfuerzo porque al final te va a dar igual, ya tienes algo que hacer, y es alejarte de quien te haya intentado transmitir una mentira semejante. Puedo asegurarte una cosa, en caso de que jamás tuvieses que enfrentarte a algún desafío, por pequeño que sea, estoy seguro de que no querrías que fuese así. ¿Te imaginas a alguien queriendo tener una vida vacía, aburrida y sin ningún tipo de aliciente? Ni los del mínimo esfuerzo la quieren.
Otra cosa es que deseen tener una vida plena sin invertir nada a cambio, algo que resulta altamente improbable, y de hecho no la tienen, por lo que intentan que los demás tampoco la tengan.
Para entenderlo bien, sólo tienes que echar un vistazo atrás, hacer inventario de tus logros, y recordar por un momento todas aquellas cosas que has conseguido, y la etapa de tu vida en la que lo hiciste. ¿Verdad que todas esas recompensas reclamaron con anterioridad tu esfuerzo y compromiso? Pues bien, una vez que lo has hecho, toma toda esa energía positiva y continua hacia adelante.
Quienes no encuentran alegría en los retos, quienes no quieren reconocer que antes de recibir hay que dar, y quienes con su actitud negativa desprecian la única oportunidad que nos ofrece la vida de aprovecharla al máximo, son aquellas personas que después criticarán todo aquello que consiguen los demás, los que si lo hacen, los que aceptan el desafío constante, los que asumen que sólo tenemos una oportunidad para disfrutar de la maravillosa experiencia de estar vivos.
¿A quien le gusta tener cerca a personas envidiosas y mediocres? Pues las primeras son así, tristes personajes deambulando por la vida malgastando su tiempo y energía intentando contagiar su pobre espíritu a quienes les rodean, con el único fin de no quedar retratadas como tales.
Las segundas, esas que siempre quieren tener muchas cosas que hacer, porque entienden que es la mejor oportunidad de seguir agregando valor a su alrededor, son las que merece toda la alegría mantener cerca, ya que son las que están convencidas de que, aunque no podrán cambiar el mundo con sus acciones, siempre podrán mejorar aquella pequeña parte en la que se encuentran. Y esa parte, curiosamente, es también en la que solemos estar nosotros. Por eso, cuanto más cerca las tengamos, muchísimo mejor.
Tener la oportunidad de trabajar es siempre un autentico regalo, porque además de hacerlo, eso es lo que nos permite seguir aprendiendo y mejorando. Por eso, quienes lo tienen, y aprovechan para invertir su continuo esfuerzo en hacer todo lo que hay que hacer, a la vez que disfrutan de todas las maravillas del camino mientras lo recorren, serán aquellas que una vez transcurrido el tiempo podrán decir con absoluta tranquilidad que la vida les ha sido provechosa.
Por eso, si tienes muchas cosas que hacer, te doy mi más absoluta enhorabuena, porque estás ante la mayor oportunidad de convertirte en tu mejor versión. Y eso, la vida, es algo que siempre recompensa.
José Lorenzo Moreno López
©jlml2021

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