La energía que perdemos cuando ejercitamos la nostalgia
- José Lorenzo Moreno
- 3 jun 2024
- 2 Min. de lectura
La nostalgia puede ser un sentimiento poderoso que nos arrastra hacia el pasado, recordándonos momentos y experiencias que ya no podemos revivir. Es natural sentir nostalgia de vez en cuando, aunque cuando nos aferramos constantemente a ese ejercicio de revivir el pasado, estamos drenando nuestra energía y restándole valor al presente que tenemos frente a nosotros.
Practicar un ejercicio de nostalgia continuo consumirá nuestra energía vital y nos impedirá experimentar plenamente el presente. Si nuestros pensamientos y emociones están constantemente anclados en el pasado, estaremos privándonos de la oportunidad de crear nuevas historias y de disfrutar de las maravillas que el presente nos ofrece.
Es cierto que el pasado puede contener recuerdos entrañables y lecciones valiosas, aunque no podemos quedarnos anclados en él. La vida es un flujo constante de cambio y crecimiento, y nuestra energía debe estar enfocada en el aquí y ahora. El pasado ya no puede ser cambiado, aunque el presente presenta un lienzo en blanco en el que podemos pintar nuestras experiencias y construir un futuro prometedor.
Cuando nos aferramos a la nostalgia, experimentamos una sensación de estancamiento. Nos quedamos atrapados en momentos que ya no existen y nos negamos a seguir adelante. Al liberarnos de esa nostalgia constante, abrimos las puertas a nuevas oportunidades y experiencias que pueden enriquecer nuestras vidas de formas inimaginables.
Cuando vivimos en el presente, nos permitimos ser conscientes de nuestras emociones, nuestros sueños y nuestras metas. Nos damos permiso para disfrutar de las pequeñas cosas y encontrar gratitud en las bendiciones que nos rodean. El presente es donde podemos tomar decisiones y acciones que darán forma a nuestro futuro. Es donde se encuentran nuestras posibilidades y nuestro potencial.
La nostalgia puede ser como una invitación a revivir momentos felices del pasado, aunque no por eso debemos dejar que se convierta en un ancla que nos detenga. En lugar de aferrarnos a lo que fue, debemos aprender a apreciar lo que es y lo que podría ser. Debemos usar los recuerdos pasados como impulsos que nos permitan crear más momentos significativos y valiosos en el presente.
Vivir en el presente nos permite aprovechar al máximo nuestras vidas y encontrar el equilibrio entre el pasado y el futuro. No significa que debamos olvidar por completo el pasado, aunque sí implica dejar de lado el ejercicio constante de nostalgia. Al soltar esa carga, liberamos nuestra energía y nos abrimos a nuevas posibilidades de crecimiento y felicidad.
Así que, permítete vivir plenamente en el presente. Deja ir la nostalgia y abraza la maravilla de lo que está sucediendo ahora mismo. El presente es donde puedes encontrar la verdadera alegría y la realización personal.
Recuerda que ningún esfuerzo resta tanta energía como practicar un ejercicio de nostalgia continuo.
José Lorenzo Moreno López
©jlml2024

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