Si quieres saber lo que caracteriza a la verdadera seguridad en nosotros mismos, estás a punto de descubrirlo. Primero te daré unas cuantas pistas.
Es algo relacionado con la calma y la tranquilidad que sentimos cuando, aun sabiendo que tal vez no consigamos los mejores resultados al primer intento, eso no evita que hagamos siempre lo que creemos que es correcto, en lugar de lo más fácil. Algo que no entiende de egos, y que no aprovecha la más mínima ocasión para echar nada en cara, ni para poner a nadie en evidencia. Una seguridad que no está pendiente del “qué dirán”, y que se ejerce de manera absolutamente responsable.
Si llegado a este punto, todavía no lo has descubierto, te lo diré directamente:
La verdadera confianza en nosotros mismos es aquella que no hace ningún tipo de ruido. Tal cual.
Puedes pensar que la respuesta es demasiado sencilla, y puede que estés en lo cierto, aunque precisamente de eso se trata, de sencillez, porque la confianza en nuestras posibilidades no se anuncia a bombo y platillo, sino que se crea a partir de nuestra propia originalidad, y por tanto, así es como se la mostramos a los demás.
Como original, bien utilizada, también es muy potente, ya que, al no querer hacer ruido para evitar llamar la atención de manera artificial, no tiene problema en intentar buscar siempre el camino adecuado, por complicada que sea la situación, ni necesita prometer nada para conseguir algo a corto plazo, porque sabe que eso, con el tiempo, jugará en su contra. En lugar de eso, aprovecha toda su energía para generar valor a su alrededor.
La confianza verdadera en nuestras posibilidades no está pendiente de guardar las apariencias, sino que en cada momento hace lo que hay que hacer.
Como no hace ruido pasará desapercibida en nuestro día a día, y ni siquiera nos pararemos a pensar en ella. Simplemente ahí estará, trabajando en la sombra, y aportando de manera desinteresada a nuestras vidas todo su valor, para que después seamos nosotros quienes tengamos la oportunidad de celebrar todos los logros que conseguimos, y que sin su callada labor no seriamos capaces de alcanzar.
Cuando la confianza en nuestras posibilidades no haga ningún tipo de ruido, será la señal inequívoca de que creemos en nosotros mismos, y ese preciso silencio es el que nos dará la seguridad que necesitamos para continuar adelante, aportando valor con cada una de nuestras acciones.
José Lorenzo Moreno López
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