top of page

Tal vez nunca te has dado cuenta

Aunque pueda parecer sorprendente, y tal vez nunca te hayas dado cuenta, cualquier decepción que sufrimos está repleta de energía positiva.


Y lo está porque las decepciones que sufrimos, no son más que un resultado que no esperábamos de unas expectativas que nos hicimos en su momento respecto a cosas, situaciones y personas, y que en su momento estábamos convencido de que saldrían bien. Pues bien, justo de esas ilusiones que pusimos en ellas, es de donde viene toda esa energía positiva.


Esa energía no desaparece de golpe, sino que espera a que tomemos conciencia del resultado, lo analicemos hasta entenderlo y descubramos todo el aprendizaje que en él reside para, de ese modo, aprovecharnos del impulso que puede generar en nosotros.


No voy a negar que, al principio, las decepciones son muy molestas, y que incluso son capaces de hacernos sentir cosas que nunca habíamos sentido anteriormente, por eso, una de las cosas buenas que tienen, son la oportunidad que nos dan de conocernos a nosotros mismos mucho más todavía.


Si no existiesen oportunidades, no habría decepciones, y todas ellas parten de un mismo lugar, nuestras expectativas, por eso, dedicar tiempo de valor a su gestión es tan importante.


Cuando suframos una decepción, en lugar de buscar culpables internos o externos, recordemos que la energía positiva todavía está en ella, y que cuanto antes seamos capaces de encontrar el sentido a ese resultado, antes volveremos a ponernos en camino con determinación, llevando con nosotros toda esa experiencia.



José Lorenzo Moreno López


©jlml2020





Imagen: unsplash

875 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page