Todo lo que extrañas ha pasado por el filtro de la nostalgia

Te lo preguntaré a ti, porque a mi ya te digo que si que me ha pasado. ¿Alguna vez te has encontrado pensando en el pasado con una sonrisa en los labios, recordando momentos que, en su día, ni siquiera parecían tan especiales? Personalmente creo que todos hemos estado ahí, en ese lugar donde el pasado parece mejor que el presente.

Aunque aquí va una realidad, y es que lo que echas de menos ha pasado por un filtro de nostalgia. Lo que fue, ya no es lo mismo, y tampoco lo eres tú. ¿Y sabes una cosa? Eso está bien.

La nostalgia tiene la increíble habilidad de pintar el pasado con un brillo que, a veces, no estaba ahí cuando lo vivíamos. Es como si todo lo que ocurrió antes se viera mejor de lo que realmente fue. Ese viaje, aquella relación, ese trabajo que creías que te hacía feliz… todo parece perfecto cuando lo miramos desde lejos. Aunque si te detienes a pensarlo, probablemente no fue tan idílico. Recuerda que nuestra mente tiende a suavizar los bordes ásperos del pasado.

Tanto tú como las situaciones que extrañas han cambiado. Las personas crecen, evolucionan, aprenden, y eso te incluye tanto a ti como a lo que alguna vez viviste. Lo bueno de este cambio es que te abre a nuevas posibilidades. Lo que fue ya no está, y tal vez sea porque tienes algo mejor esperando en tu presente o tu futuro. Aceptar que ya no eres la misma persona te permite abrirte a nuevas experiencias y dejar de aferrarte a una versión de ti que ya no existe.

Está bien mirar hacia atrás y recordar momentos con cariño. De hecho, deberíamos hacerlo. Agradecer las experiencias pasadas nos ayuda a entender cómo hemos llegado hasta aquí. Aunque lo más importante es no quedarnos atrapados ahí, añorando algo que ya no existe. El peligro de la nostalgia es que puede cegarte y evitar que veas lo que tienes justo delante de ti. Si te concentras demasiado en lo que fue, puedes perder de vista todo lo increíble que está sucediendo ahora o las nuevas oportunidades que están a la vuelta de la esquina.

Si has cambiado, si lo que extrañas ya no es lo que era, fantástico, porque eso significa que estás creciendo, moviéndote y avanzando. Tu mejor versión está en constante evolución, y eso solo se logra vivir plenamente en el presente, dejando que el pasado sea lo que es, una parte hermosa de tu historia, aunque no todo tu libro. En lugar de mirar atrás y pensar en lo que podrías haber hecho, céntrate en lo que puedes hacer ahora. El pasado te ha traído hasta aquí, y en el futuro es donde están las infinitas posibilidades.

El presente puede no estar cubierto por la neblina suave de la nostalgia, por eso es más auténtico. Es real, es ahora. Tal vez no sea perfecto, aunque está lleno de oportunidades que antes no tenías. En lugar de añorar lo que fue, pregúntate qué puedes hacer hoy para que, dentro de unos años, este momento también sea digno de recordar con una sonrisa.

Así que, la próxima vez que te encuentres añorando algo o alguien del pasado, recuerda que todo eso ha pasado por un filtro. No es lo que era, y tú tampoco lo eres. Y esa capacidad de seguir adelante, aprender y adaptarse. es lo que hace que la vida sea tan increíble.

José Lorenzo Moreno López

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